Autoridades costarricenses deportaron esta semana a ocho salvadoreños con "alto perfil delictivo" a los que se acusa de integrar las pandillas que siembran el terror en su país, informó este miércoles la Dirección de Migración de Costa Rica.
Los salvadoreños estaban detenidos desde agosto en un centro de reclusión para migrantes, tras ser responsabilizados por delitos de extorsión, robo, narcotráfico, falsificación de cheques y portación ilegal de armas, indicó Migración en un comunicado.
- Los extraditados fueron identificados solo con los apellidos:
- Villega López: antecedentes en Costa Rica por el delito de Robo Agravado.
- Rivera Espinoza: antecedentes penales por el delito de Tráfico Internacional de Drogas.
- Santos Rodríguez: miembro de la pandilla 18 y con antecedentes penales por uso de sustancia controlada.
- Hernández Rivera: antecedentes penales por los delitos de Robo, Tenencia y Portación de Armas de Fuego, Posesión y Tenencia de Droga, Robo de Vehículo y Resistencia.
- Miranda Ramos: miembro de la Pandilla MS-13, con antecedentes penales por privación de libertad y organizaciones terroristas.
- Moran Sánchez: antecedentes penales por el delito de Robo Agravado.
- González Salmerón: antecedentes por los delitos de falsificación de cheques, extorsión, perfilado como miembro de la Pandilla 18.
- Valencia Barahona.
Los sujetos se encontraban arrestados en un centro de detención de la provincia de Heredia desde agosto, algunos tenían órdenes de arresto de Interpol.
"Los salvadoreños, fueron puestos a las órdenes de las autoridades de su país para los procesos correspondientes", señaló el comunicado.
Costa Rica deportó en 2020 a 580 personas, de las cuales a 34 se señaló por tener vínculos con las pandillas centroamericanas.
Las pandillas son responsables de gran parte de la violencia criminal en El Salvador, Guatemala y Honduras, integrantes del Triángulo Norte de Centroamérica, considerada una de las regiones sin guerra más violentas del mundo.